sábado, 6 de noviembre de 2010

Tantas veces como pude, vendí mi alma y renuncie a mis lágrimas. Cerré las ventanas y espero un rato, tantas veces como pude mostré miedo y dolor, y cuando venia la oscuridad seguía aterrada pero lo hice. Supongo que es hora de correr muy lejos de aquí, alejarme de la tristesa y el dolor, salir un rato a volar lejos, lejos de ti. Nunca supe la diferencia entre risa y dolor, no estuve ni cerca de hacerlo, pero aveces es mejor no saber, aveces deseo que de verdad te encuentres bien, pero mi pena es mi condena. Lo he visto antes, una historia sin final, letras sin melodías, mi alma sin ti. El coro de angeles que solia oir cuando cantaba tu nombre se ha ido, las penas que cargaba con tu amor se marcharon, y ahora creo que puedo respirar, tal vez pueda observar un final feliz

No hay comentarios:

Publicar un comentario